jueves, 30 de julio de 2009

LOS CANDADOS “Un Reto Más”



LOS CANDADOS “Un Reto Más”
Profr. Jorge Francisco Hernández Sánchez


La gestión escolar se ha venido construyendo a partir de políticas educativas internacionales y nacionales, se considera una alternativa metodológica que permite logros cualitativos en la educación, en un primer momento de análisis, coincido con lo planteado:”habría que entender la gestión escolar como la conducción y dirección del sistema educativo para el logro de procesos educativos de calidad, donde la administración escolar y los cuerpos docentes se abocan a privilegiar las tareas académicas que implican la realización del proceso enseñanza – aprendizaje como fin principal de la educación”. (Elizondo: 2001).

“La gestión escolar es una instancia de toma de decisiones acerca de las políticas educativas de un país, por lo tanto es necesaria la participación en equipo para crear una forma de hacer escuela, que permita generar aprendizajes potentes para los estudiantes, para los profesores y el equipo directivo, para los padres y para la institución en su totalidad, es el arte de organizar los talentos presentes en la escuela” (POZNER, 1995).
Las características más importantes de la gestión escolar son las siguientes:
Participación democrática, autonomía, liderazgo, organización, escolar, planeación y evaluación escolar.

La gestión escolar tiene que ver con la reestructuración de los sistemas educativos, ya que implica una cultura de transformación educativa, pero la escuela no cambia sola, para que cambie en términos de la gestión escolar, deben propiciarse cambios en otros procesos sociales; por señalar algunos.
Los hogares, los medios de comunicación, los centros de trabajo productivo, la religión.

En un segundo momento, este análisis de la gestión escolar conduce a considerar la confluencia desigual de las cuatro dimensiones de los planteles de educación secundaria técnica:
La dimensión psicopedagógica, la dimensión administrativa, la dimensión política, la dimensión sociocultural.

En un tercer momento, el proceso de la gestión escolar desemboca en la necesidad de conducción de la comunidad escolar a través de un proceso de autoformación permanente, centrado en la investigación participativa de las prácticas escolares.

Actualmente todos los que laboramos en el Sistema Educativo Mexicano nos enfrentamos a un gran reto, el cual consiste en lograr que la educación que se establece en el Artículo 3º Constitucional y la Ley General de Educación sea concretada en forma efectiva en los salones de clase y en la propia escuela, afortunadamente contamos para ello con estrategias metodológicas como la Gestión y el Proyecto Escolar.

“En una Educación Básica de buena calidad, el desarrollo de las competencias básicas y el logro de los aprendizajes de los alumnos son los propósitos centrales, son las metas a las cuales los profesores, la escuela y el sistema dirigen sus esfuerzos” (Programa Nacional de Educación 2001 – 2006: 123).

Para lograr esto la Dirección General de Educación Secundaria Técnica ha implementado una serie de acciones encaminadas a fortalecer el desarrollo, construcción y la consolidación del Proyecto Escolar en cada plantel, tanto como la alternativa más acabada de la gestión escolar en la solución de problemáticas particulares, así como la sistematización de estrategias que potencien el desarrollo de los planteles escolares.

Partiendo de la premisa de que cada escuela es única, por lo tanto las problemáticas que surgen al interior de ellas reclaman soluciones concretas y específicas que tienen relación con las condiciones económicas, sociales, políticas y culturales donde están inmersas.

También consideremos que la escuela es la base del cambio ya que en ella se atienden las demandas de la sociedad y en donde se concretan las expectativas de enseñanza – aprendizaje.
Hay que estar conscientes que es en el plantel donde se generan interacciones y se desarrollan culturas entre los miembros de la comunidad educativa, donde se debe construir cada parte del Proyecto Escolar, la operación, el seguimiento y evaluación del mismo.

Entonces, por qué si contamos con todo este marco teórico y legal, permitimos que en nuestras escuelas aparentemente nos impongan un Proyecto Escolar con el que nunca estamos de acuerdo, con el pretexto de que al no habernos incluido en su elaboración, no hay motivo para que nos interese conocerlo, y menos aún, el de apoyar su ejecución. Es una constante el poner siempre obstáculos para su optimización, culpando a nuestras autoridades de no haberlo elaborado correctamente; que abusando de su puesto ignoren al colectivo docente, que no se la da la seriedad y el tiempo necesario para su evaluación y que además responde a sus intereses personales y no de la institución o centro educativo. ¿Quiénes son los que colocan los candados en el desarrollo de nuestra labor docente: las autoridades educativas, o la apatía e ignorancia mostrada por cada uno de quienes deberíamos ser los responsables de elaborar, aplicar y verificar el Proyecto Escolar? pero para participar se tiene que hacer activamente y esto implica: planeación, tiempo, asistir a cursos, trabajo de investigación; en pocas palabras, el Proyecto Escolar no camina solo, hay que conducirlo pero en forma activa no solo simulada para aparentar que se cumplió en el papel pero y no en los hechos.

La invitación al cambio está hecha, desde donde quieran participar, individual o colectivamente, todos los actores tenemos que accionar para constituir un Proyecto Escolar vigente e incluyente, que procure el beneficio institucional y no que al ser elaborado detrás del escritorio supremo, sea con esto coartado a intereses personales o de grupo.

¡Evita los candados¡


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