jueves, 30 de julio de 2009

RIESGOS PROFESIONALES



RIESGOS PROFESIONALES
Profr. José Luis Arau Luna

La actividad docente hoy día se caracteriza por pertenecer al conjunto de profesiones consideradas como altamente estresantes, cada día es más evidente que el estrés al que se enfrentan los profesores, trae como resultado efectos adversos y serias implicaciones en su salud física y mental; lo cual influye en su vida personal y laboral.

Una de las razones de ello es que las exigencias a las que se enfrentan los docentes han ido cambiando en los últimos años. En lugar de ser los trasmisores de conocimiento, como eran considerados tradicionalmente, a la fecha han adquirido mayor responsabilidad en cuanto a la formación de valores, competencias para la vida y promoción de la salud en sus alumnos. Por otra parte, la familia y la comunidad en general, han limitado su compromiso y responsabilidad educativa de los niños, con la falsa creencia de que las deficiencias del sistema educativo, recaen exclusivamente en el profesorado.

Los factores externos que influyen directamente, en el ejercicio de la profesión docente en un ambiente estresante son:

• Problemas de adicciones (alcohol, drogas y tabaco entre los jóvenes).
• Violencia intrafamiliar.
• Violencia en las Escuelas.
• Prácticas Sexuales sin protección, con las consecuencias sociales conocidas (embarazos no deseados, enfermedades de Transmisión sexual, etc.).

Todo lo anterior provoca un desinterés entre los jóvenes por aprender y permanecer en las escuelas.

El salario insuficiente es inadecuado para cubrir las necesidades básicas de los maestros, por lo que muchas veces tiene que trabajar doble turno, lo que ocasiona a la larga, una saturación de actividades que impacta la correcta planeación y desarrollo de acciones didácticas. De la misma manera, encontramos condiciones físicas no apropiadas del lugar de trabajo, así como escaso o nulo apoyo del personal directivo, ante la problemática que enfrenta el docente con alumnos y padres de familia.

Las Consecuencias del estrés en los docentes pueden reflejarse en manifestaciones físicas, emocionales y conductuales.

Físicas: Dolores de cabeza y migrañas, ulceras e indigestiones, problemas de la espalda y cervicales, agotamiento, fatiga, alteraciones del sueño, hipertensión, erupciones alérgicas, etc.

Emocionales: Sentimientos de ansiedad, insatisfacción, temor, baja autoestima y depresión, entre otros.


Conductuales: Insatisfacción laboral, ausentismo y jubilación anticipada; cambios en el comportamiento del individuo; conducta impulsiva, excitabilidad, inquietud, estallidos emocionales, alimentación excesiva o pérdida del apetito; así como consumo de drogas, o fumar y beber en exceso.

Cuando existe un fuerte estrés, fumar puede constituir una actividad secundaria, que posiblemente se asocie con los cambios en los estados afectivos, para eludir las situaciones desagradables, o bien para ayudar a superar la distracción, manteniendo un estado de relajación. En cuanto al consumo del alcohol, la mayoría de las personas cree que beber aliviará la tensión. Se tiene la falsa creencia de que el alcohol ayudará a controlar una crisis; aunque bien se sabe que en la realidad, el alcohol imposibilita al individuo para enfrentarse adecuadamente a sus problemas.

Lo más conveniente entonces, será aceptar y buscar ayuda para resolver los problemas personales existentes. Afortunadamente existen varias fuentes de apoyo para ello: apoyo terapéutico, grupos de familias anónimas, alcohólicos anónimos, neuróticos anónimos, entre otras.


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