¿SÓMOS UN SOLO EQUIPO?

¿SÓMOS UN SOLO EQUIPO?
Profra. Norma Angélica García Rico

En nuestras escuelas cuando se llevan a cabo las reuniones de trabajo, los docentes limitan su participación por el temor de ser criticados, señalados, a su falta de compromiso o simplemente porque de antemano saben que las autoridades no toman en cuenta sus propuestas. De ahí la importancia de ser un buen líder.

Algunas personas, más que otras, tienen una disposición natural al liderazgo, saben manejar las relaciones personales y son capaces de comunicar una visión que inspire a los demás a trabajar juntos hacia las metas fijadas. Sin embargo, no se requiere una "predisponibilidad genética" ni mucho menos, para ser un buen director de escuela; basta con asumir el compromiso y comprender que nuestra escuela tendrá una mejor funcionalidad si todos trabajamos como un solo equipo, dejando atrás la vanidad personal.

Afortunadamente los directores escolares reconocen hoy en día que los equipos de trabajo ofrecen muchas ventajas sobre las formas tradicionales de organizar el trabajo en nuestras escuelas. Sin embargo en muchas ocasiones solo queda en el discurso o no es aceptado, pues están de por medio los intereses personales.

El trabajo en equipo ayuda a que cada uno de los directivos y docentes que lo forman incrementen sus capacidades y habilidades. Así mismo, los motiva a mejorar sus debilidades y a resolver problemas conjuntamente.

El trabajo en equipo consiste en un grupo de personas que juntas persiguen un mismo objetivo y cuyas actividades son interdependientes.

Algunas características de los equipos de trabajo son:

Compartir una identidad común, guías de acción bien definidas y resultados medibles; los líderes facilitan y apoyan directamente los esfuerzos del equipo; los integrantes del equipo se hacen responsables conjuntamente del cumplimiento de los objetivos; interdependencia y cooperación entre todos los miembros del equipo; los integrantes conocen su roll y cómo se relaciona éste al de los demás y al objetivo común; las personas que integran un equipo de trabajo utilizan procesos de toma de decisiones que facilitan el cumplimiento de la tarea común, y se integran con personas que tienen distintos características y experiencias de trabajo que enriquecen a todos.

Sin embargo cada vez más es necesario ir adquiriendo las habilidades y competencias que nos permiten trabajar adecuadamente en equipo.

Según Guillermo Ballenato, en su libro Trabajo en equipo “el trabajo en equipo es una inversión en el futuro, un pilar fundamental del progreso social y del desarrollo humano, tanto personal, como académico y profesional. Pero, en ocasiones, puede resultar especialmente difícil o complejo.”

¿Por qué?

En mi opinión, no hemos comprendido aún que para trabajar en equipo necesitamos poner al servicio del objetivo de éste, todas nuestras capacidades colaborativas, todo nuestro respeto, toda nuestra reserva de tolerancia y generosidad, dejando de lado la figuración personal y sumiéndonos en el colectivo que debe cumplir su tarea. Por cierto, nada más distinto y distante de las recetas de éxito individualista que pregonan los medios masivos de comunicación.

Sin embargo, una vez que logramos trabajar en equipo, aparece como consecuencia lógica y razonable el éxito personal, porque un buen equipo contribuye poderosamente al desarrollo personal de una manera tal que no sólo aporta en lo profesional o laboral, sino también en el desarrollo humano, en el despliegue de las mejores características personales de los individuos que lo conforman (directivos y docentes).

El respeto, la confianza, la aceptación, la valoración de la variedad y la diferencia, la empatía, la equidad, son elementos importantes en las relaciones humanas y en la medida en que las actualizamos en el trabajo en equipo se van volviendo conductas permanentes, y que nos hacen ser mejores personas.

En definitiva, para trabajar en equipo necesitamos crear una nueva identidad, una identidad colectiva que, al menos en el área de trabajo del equipo (escuelas), sea más importante que el lucimiento personal y la búsqueda individual de reconocimientos logrando así un mejor desempeño no solo en nuestra labor como docentes si no en nuestra comunidad estudiantil.